Un cuentito..
La Cleptómana
Era poderosa y aristocrática, pero tenía la obsesión de las cucharillas.
Es esa una cleptomanía corriente, sobre todo en los palacios reales, y por eso hubo reyes que cambiaron las de oro por otras de similor, para evitar que se llevasen costoso "recuerdo de S. M."
Poseia cucharillas de los mejores hoteles del mundo, de las casas más nobles —con el escudo en el agarradero--, y hasta algunas arrancadas a las colecciones napoleónicas.
Un día, sin poder resistir mi curiosidad, le pregunté
que se proponía almacenando tantas cucharillas. Entonces la cleptómana me dijo en voz baja: —Vengarme del mundo . . . Dejarlo sin una cucharilla. . . Que muevan el cafe con tenedor.
Ramon Gomez de la Serna
nunca te firmé esta entrada... me hizo mucha gracia! no sé... es gracioso, es transformar el odio o la venganza en algo gracioso y bonito, no sé. en una pequeña obsesión que en realidad no hace daño a nadie.
ResponderEliminar