Los minúsculos

“Amar es lo primero para luchar” 
Chinoy

Ellos pintan caminitos risueños
En los surcos tristes, empolvados
Párvulos que regalan desinhibidos augurios
De generosa alegría inacabable
Sin temor, sin ansias, sin dobleces
Todos, sin más afán que el juego
Donde se pierden miedos y se ganan alegrías

Ellos viven entre nubes
Las mismas que viajan juntas en el cielo
Y tienen muchos árboles: altos,
¡ Aaaaltos !

¿Y qué habrá acá?,

 – suelen preguntarse -

Miran con ojos que son puertas,
Portones, arcos, ¡lanzas de fuego!
Fijas y perennes en el sendero gigante de su pequeñez

Cuentan con poco,
¡Apenas si cuentan!
Pero eso no cuenta.
Total, les sobra el mundo tan grandote,
A ésta minoría.

Podría destacar entre sus suertes:
Un amor espacioso, vasto
Derramado en manitos exploradoras,
Preguntas ansiosas, descontracturadas

Viviendo así porque sí,
Cavilando…
Sin tedio ni angustia.

El tiempo aún no los toca
Aunque late disfrazado de meriendas
Levantadas desde la humedad del pasto.