No vivas pendiente de aquel o aquella
Quién quieras que con sus manos te tape el sol
O con su puño golpee la luna
No esperes que suspiros ajenos avienten tu paraguas,
que es tu techo.
En cambio,
cuándo estés echado a la interperie de inédita libertad,
dejate humedecer lentamente por la lluvia.
Que la ráfaga de tus pensares,
te sacuda de tormentas de verano
y empuje tu corazón al galope en terrenos escarpados,
hacia un horizonte sea calmo e inabarcable.
Que el rocío de diminutas lágrimas
empecinadas con el peso muerto y la caída constante,
te limpie de impurezas.
Sal
porque si te encierras
el agua fresca acariciara simplemente el vidrio
sobre el que tu mano
- sola -
se apoya sosteniendo su dolor desteñido.
Tu paciencia como árbol solitario
movido por el viento en aquel desierto aislado,
está a punto de florecer alguna que otra primavera,
o un invierno medio cuelgue,
cuando tus raices reciban sedientas el agua de otras vidas
limpia, rica, amiga
Cuándo logres desprenderte de esa espera,
Ese nuevo fruto caerá sobre el suelo antes infértil,
para embriagarte con su jugo de desconocidas inocencias.
Por Ayu |
yo no tengo paciencia, soy muy impaciente...
ResponderEliminaren algún momento de mi vida escribía sobre gente imaginaria... o sobre un ser que "existía" pero no era real (es distinto a un ser imaginario...) o tal vez es lo mismo que un ser imaginario, no sé. y lo construía con fantasías... pedazos de... cosas, que imaginaba. era como un ideal.
creo que eso no cambió mucho
me gustan tus anteojos =D
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