Vivo con la filosofía del viento y de la risa
Y de tus ojos
Vivo con el magnetismo negro de la noche
Vivo escalando montañas propias y ajenas
Viviendo así me siento viva
Y a gusto aunque duela un poco
Vivo con las preguntas de una esfinge en el alma
Y las respuestas en la punta de la lengua
Vivo con la ternura de un gorrión recién nacido
Y la fortaleza de un árbol añejado
Vivo con las certezas de quién actúa
Y con las dudas de quién reflexiona
Con la palabra suelta aún buscando
Aquél margen donde pasa la ternura
Y quiero la vida toda,
Que me arroje sus matices
y sus escombros,
La miel y la ceniza
Y el amor bien firme sobre mis hombros
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